Una vez elegido el inmueble y aclarados los costes, se suele celebrar un contrato preliminar para que el comprador asegure el inmueble y el vendedor tenga alguna garantía si el comprador se retracta. En estos casos, el comprador suele dejar un anticipo del 10 % del precio de compra (negociable), que posteriormente se deduce del contrato de compraventa ante notario.
Si el comprador rescinde el contrato, pierde el anticipo. Si el vendedor no cumple, el comprador recibe la cantidad pagada más una compensación por el mismo valor. En el contrato preliminar se acuerda un plazo para la firma del contrato de compraventa ante notario.